Cuando Carla era chica vivía con dos tías solteronas, de 50 y 55 años, era fácil que ellas sin hijos, sin nadie, la cuidarán y le inculcarán lo que para ellas era correcto.
Así fue que Carla vivió pensando cómo se debía tratar a los hombres y paso gran parte de su vida amando como le habían enseñado.
Algunas relaciones terminaron muy mal, otras simplemente pasaron, otras se quedaron en su memoria, pero todas terminaban... entonces Carla se acercó a sus mentoras...
- nos equivocamos... pensamos que así era como debía ser... pero.. no es así, te hemos enseñado el camino de la soledad - dijeron con voz de tristeza.
- pero, algo puedo hacer para revertirlo...
- quizás si, quizás no sea demasiado tarde... - entonces me mostraron sus brazos, llenos de escamas... - muestranos tus brazos
Las escamas que vi en sus brazos eran las misma que me estaban saliendo a mi.. y que a raiz de cada terminada, de cada decepcion iban creciendo más y más..
- Es demasiado tarde - dijeron
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