Rezar

Dos amigas conversan en un café.

- ¿Te imaginas la perversión de lo que hizo? Nunca nadie había hecho eso en mi cara, fue tan sexy y al mismo tiempo desagradable.
- que ternura, le debes haber gustado bastante para que haga eso.
- No creo, que demuestre que le gusto en la cancha es algo banal, si me presenta a sus amigos, a su familia, ahí si creería que le gusto. Por ahora es sólo un divertimento.
- Tienes razón es muy difícil encontrar alguien que realmente valore esa entrega.
- Claro, por eso yo trato de no mezclar sentimientos. Hasta que no se demuestre lo contrario.
- ¿Y tu no podrías hacer algo?
- Si, pero por ahora no quiero.

La conversación terminó y una de ellas se quedó pensando, "estoy en la oscuridad", cogió su bicicleta y manejó hasta su casa. Se preparó un te. Se peinó el cabello, el verdadero y el de mentira. Se echo las cremas en la cara. Vió el reloj, eran las 12 de la noche, en punto. Se cepillo los dientes, se despidió del chico lindo con el que probablemente tendría algo serio pronto.

Entonces sonó el timbre, era él, el chico malo con el que jamás iba a pasar nada. Pensó en no abrir, bajo las escaleras, miro por la ventana de su sala vió su auto estacionado afuera, lo vio a el en la puerta del edificio. Rezó. Pensó que quizás se iría si contara hasta 10. En efecto, se fue.

A veces había dejado su carro fuera de su edificio y luego regresaba después de tonear, algunas veces tocaba el timbre, otras se iba con la chica que levantaba esa noche. Ella siempre esperaba a que el regresara, para ver por su ventana que decisión tomaba.

Mientras recordaba todo esto, tocaron a la puerta, la madera sonó como un tambor. Corrió, abrió la puerta, el estaba sonriendo, ella también, el se avalanzó a besarla, abrazarla, acariciar su cabello, "Te extrañe" La cargó hasta su cuarto, antes de empezar, él no dejaba de mirarla, mientras le sacaba el pijama, "Quizás sea la última vez que te vea"

Cuando todo terminó, ella estaba todavía sentada sobre él, se quedó por unos segundos mirándolo. Observando sus ojos abiertos, los gestos de su rostro. Decidió quedarse sobre él, se acurrucó en su pecho. Entonces se dio cuenta que se había enamorado.

Él aprovechó para abrazarla, se quedaron callados, entonces ella preguntó "¿A qué hora sale tu avión?".