domingo, 25 de septiembre de 2016

Una nueva edad.

Cuando tenía 10, quería tener 20, soñaba con ser independiente, tener novio, manejar un auto, ir a fiestas, vivir sola que se yo. Cuando cumplí 20 quise volver a tener 10, para que mis padres me cuiden, para no envejecer más.

Ahora, que ya estoy en una nueva década, no hay mejor edad para mi en estos momentos. Siento que he aprendido varias cosas y mi alma está tranquila. Muchas de las cosas que me agobiaban han dejado de ser importantes. Trato de no perder mi equilibrio, y no voy a permitir que nadie me lo quite.

Puedo enamorarme en estos momentos con mayor magnitud que antes, siempre lo supe, el que viene será mejor que el anterior, y así sucesivamente. Creo firmemente que si quieres recibir algo, primero tienes que darlo. No guardo rencor por mucho tiempo y espero que llegue el momento en que no tenga rencor en lo absoluto.

Evito las cosas densas de la vida y las situaciones oscuras, sólo quiero brillar, y no ser una estrella estrellada de esas que abundan, no necesito que nadie vea mi luz. Necesito sólo sentirla yo, y asi me siento bien. He aprendido a disfrutar de los pequeños placeres, sin remordimientos.

Me resulta difícil no juzgar, pensamos que juzgando y haciéndonos los indignados ganamos mas, estoy tratando de no hacerlo, de no escuchar lo que diga la gente, hacer lo que diga mi corazón y estar agradecida por eso.

He aprendido también a dejar ir. El ego a veces nos impide dejar cosas o situaciones que no son para nosotros, un novio que no encajaba perfectamente, un hombre al que amaste, un ex al que extrañabas, la amiga que te dejó de querer, los compañeros que ya no te llaman. Les deseo a todos mucha felicidad. Muchísima. 

Como todo en la vida es evolución, aún hay muchas cosas que me faltan aprender, cosas en las que tengo que mejorar. Mi único deseo es ser mejor, es lo único que me podría mantener feliz, porque la vibra que uno emite es lo que se atrae. 

Escribo esto para luego leerlo y recordar esta noche. Lo publico porque sé que quieres leerlo. 

domingo, 11 de septiembre de 2016

"Amor"

En algún momento el tiempo comenzó a transcurrir en cámara lenta, yo lo miraba como movía la boca pero no escuchaba más sus palabras, ya sabían que decían, o que es lo que quería hacer. El viento que servía como transmisor se volvía afilado y el aire que salía de su boca me cortaba la cara, me golpeaba con fuerza, pero yo ya no sentía nada.

Ya lo había entendido, yo no era merecedora de ti, es más, yo debía agradecerte por haber puesto ese anillo en mi dedo, por haberme tomado en serio, debía agradecerte de que tu me miraras con "amor" que tus insultos y jalones eran algo normal, pues yo era tan insoportable.

Ahora tu me reprochas que me haya ido, ¿Pero no era eso acaso lo que tu querías? o creías que te iba a amar más con todas las sandeces que me dijiste y todos los malos tratos y maltratos psicológicos. "No sabes hacer nada, no haces nada bien" "Agradece que tienes esa carita, pero acuérdate que no te va a durar mucho tiempo" "¿Cuándo vas a dejar de ser tan estúpida?""Me hartas" "No me pones, no pasa nada contigo"

El día que decidí que no nos íbamos a casar estaba mirándome en el espejo con mi vestido de novia, e hice algo que no le conté a nadie, y que quizás esta mal que escriba en este blog. Subí a mi carro puse el vestido en la maletera, llegué a la playa que está a 4 cuadras de mi casa y lo lance al mar. Luego corrí hacia mi auto y maneje hasta que me di cuenta que tenía que regresar.

Se que no crees que no quiero volver, se que estuvimos mucho tiempo juntos, se que pasamos por varias cosas que yo realmente ya no recuerdo. Ya no tengo rencor para ti por todos los malos momentos, cualquier cosa que haya pasado en mi vida es mi responsabilidad no la tuya, yo fui quien decidió dejarte entrar en ella una y otra vez. Yo fui la que dijo si en aquel yate en cancún.

Lamento no haberte acompañado tras la muerte de tu madre, pero no me queda mucho tiempo en este mundo, en realidad a nadie, cada minuto que pasa es quizás un minuto menos de vida, y eso me lo enseñaste tu. Desde que no estás no me he vuelto a sentir inútil o no merecedora. Desde que no estás disfruto mucho de mi misma y de mis ideas, y soy libre para hablar y expresarme.

Te pido que seas feliz, y que cuando me extrañes, me envíes toda esa energía positiva de vuelta, el tiempo pasa y cura todo. Sólo me queda una lección importante de todo esto. Hay que cuidar como oro el amor correspondido. Y si la persona que amas te deja de querer, solo desearle lo mejor esperando que sea feliz, al fin y al cabo, de eso se trata amar.