martes, 25 de junio de 2013

¡Al cuártel!

En algo entiendo al presidente de la República Ollanta Humala, cuando se pone saltón y pide a los jóvenes que se corten el pelo, se quiten los aretitos y entren a servir a la patria. La razón por la que logro comprender su afán es porque en casa, mi abuelo, ex militar compartía las mismas ideas castrences del presidente.

Como militar, mi abuelo pidió a la vida que alguno de sus 7 hijos le siga los pasos, no sucedió, lo máximo que alcanzó fue un hijo comandante de la policía. Sus ojos estaban puestos ahora en sus nietos, el mayor de todos sería su orgullo, el futuro jefe del comando conjunto de las fuerzas armadas.

El mayor de todos los nietos, resulté ser yo.

El hecho de que fuera mujer, no sacó de la cabeza a mi abuelo la idea de que tenía que ser soldado, desde que tengo uso de razón, me regaló juguetes masculinos, pistolas de todas las formas, tamaños y colores y guantes de box. Cuando se mudó conmigo, mi abuelo esperaba que regresara del colegio para salir a correr, cantando canciones militares "suaves", me hacía saltar a mis 7 años entre lotes baldíos, mis fines de semana los empleabamos en ir al morro solar a pie, ida y vuelta, a visitar la tumba del soldado desconocido.

Más adelante, actos temerarios en bicicleta, bicicross, y pronto motocross, fútbol, cuando me llamaba para el almuerzo gritaba "Ya está el rancho" y me enseñaba que la vida de un militar es la más hermosa que hay, conocería el país a fondo, lucharía por el bien común, si un hombre se pone sabroso conmigo le metía un par de patadas y listo.

Abuelo, lo siento, la adolescencia llegó, y me llamaba más la atención leer un libro que salir a correr, chismosear con mis amigas que hacer bicicross, y ya apenas si comía el rancho, cuando entré a la universidad, entendí tu desilusión... "Comprate un tico para que hagas taxi, ya hay muchos comunicadores" "¿Cuando aprenderás a manejar? ¿para que puedas taxear?" Incluso no fuiste a mi graduación.

Pero hombre, no te quejes, algo de gusto te he dado con mis converse militares, mi buena puntería en disparar pistolas de balines y mi mano pesada para meter cachetadones. Con el tiempo comprendiste que quizás por culpa del abandono del gobierno, la mejor decisión que tome fue no formar parte del ahora deslucido regimen castrence.


martes, 18 de junio de 2013

Tu eras el héroe de todas mis películas

Siempre te lo dije, todos los héroes de las películas me hacen pensar en ti. ¿Qué hay de ti que aún estando separados, me hacía pensar en nosotros? Tu eras, todos los románticos, que son capaces de mover montañas por amor, que dan la vida por la damisela en peligro, pero que también matan, y engañan para subsistir en sus mundos de ficción.

Tu teatralidad me hizo amarte rápidamente, y como película gringa de amor, yo era correspondida, entonces te quedaste conmigo pero el final no fue feliz. La película romántica se convirtió en una película de terror. Tu personaje se volvió increíble como el de Robert de Niro en Taxi Driver, y no hay mejor papel que te quede en estos momentos, yo soy Betsy y tu Travis.

Lamento si hago esta carta pública, y lamento haber entrado en tu vida de nuevo, para arruinarla o para confundir tu estado estable. Pero ya entendí que ni tu espalda pecosa te va a salvar de esta atrocidad en la que convertiste la relación. La obsesión no es amor. 

Adiós.

viernes, 7 de junio de 2013

Te quiero pero no estoy enamorada de ti

Manhattan, es una de mis películas favoritas de Woody Allen, porque creo que en algún momento de nuestras vidas nos podemos sentir identificados con los personajes, en sus miedos, en la forma de enamorarse, en las relaciones que establecemos, en actitudes.

Si no la han visto esta es la sinopsis según Wikipedia:

Isaac Davis (Allen) es un escritor de gags para televisión que ha pasado la cuarentena y que tras conocer dos fracasos matrimoniales mantiene una relación con una joven de diecisiete años llamada Tracy (Mariel Hemingway), pero se enamora de Mary Wilkie (Diane Keaton), amante de su mejor amigo Yale (Michael Murphy).
Su última esposa (Meryl Streep) se ha fugado con una lesbiana y está a punto de publicar un libro con todo tipo de detalles sobre su vida sexual.

Las relaciones suelen ser todo un rollo, creo que fracasan porque no nos enamorarnos de verdad de alguien, sólo aprendemos a querer a nuestras parejas, y nos quedamos con ellas por costumbre, y eso ocurre con mucha frecuencia, entonces cuando sucede eso mágico, esa atracción combinada con quiero estar el resto de mi vida con ella, ya tenemos en nuestra cama a alguien más que nos impide hacerlo.

Te propongo algo, arriésgate, aprende a actuar coherentemente, haz lo que diga la cabeza, si no amas a tu pareja déjala, de seguro esa persona encontrará a su par y te dejará libre para que tu también lo hagas, podrías tomar ese reto? Aferrarse a algo que no va, es tener la autoestima baja.

Algunas notas, sobre Manhattan:

Tracy estaba enamorada de Allen, pese a que él la veía como una niña que debía vivir y la deja por Diane Keaton, (una loca). Al final Tracy resulta ser la más madura de todos y da un verdadero ejemplo de amor con la frase que corona la película "Tienes que tener un poco de fe en las personas". Y para mí ahí esta el punto central de enamorarse, si estas lejos de mi, ¿porque llorar tu partida?

Nunca había escuchado una razón tan sincera para enamorarnos y sobre todo para vivir... "No todos se corrompen"

BTW. I'm Tracy now.