domingo, 28 de abril de 2013

Criminal

No me arrepiento de haber dicho que no, ya no me voy a culpar por decidir cortar con facilidad, o alejarme porque quiero mi espacio.

Ya no me voy a quedar en el lugar cómoda porque tu me ames, ¿Y que hay de mis sentimientos? ¿Qué hay de quien yo ame? ¿Porqué no permitirme querer a alguien para mi?

Te voy a contar un secreto, tu y yo no somos el cuerpo que tenemos, en realidad somos un espíritu. Entonces cuando nuestros cuerpos se conectan y nos sentimos bien, no quiere decir que nuestros espíritus lo han hecho, esa es la diferencia entre amar y no.

Te doy otro ejemplo, si me acaricias me voy a sentir bien, si me besas, me voy a sentir bien, pero no esperes que conozca de esa manera tu alma y que me entusiasme con lo que piensas o quieres decir. Porque no importará. Déjame escucharte primero, conectarme más allá de la forma de tus ojos, de tu cara, de tu cuerpo, déjame decidir si me gustas en serio. Pero si no te apetece, luego, no me reclames, porque no me voy a arrepentir.

domingo, 21 de abril de 2013

La venda sobre los ojos

Tenías todo claro y sabías a dónde ibas desde el momento en que naciste, pero cuando te viste rodeado de estímulos (que ya conocías, pero que habías olvidado), comenzaste casi de cero, sólo algunas cosas de tu aprendizaje pasado se quedaron, permitiendo que veas la verdad a medias y cada vez menos a medida que vas creciendo.

Hace unos días alguien me cambió la forma de ver las cosas de la vida, si das amor, recibes amor, "yeah right" decía yo, la filosofía hippie no iba conmigo, pero la tomé, me aferré a ella como una tabla de salvación ante todo lo "malo" que me ocurría. Lo malo no era nada más que la influencia de las novelas mexicanas y cuentos de Dysney que veía de niña en mis largas horas frente al televisor. La enseñanza era "las buenas siempre sufren, es bueno sufrir, eso es lo que le pasa a las protagonistas"... Maldito ego.

Y así, me quité las energías, me dejé llevar, empecé a creer que lo que los otros decían de mi era verdad y dejé de tener una opinión de mi misma, comencé a opinar de los demás. Lo cual me aburre enormemente y que al mismo tiempo me quitaba energías que yo necesitaba para preocuparme por mi. ¿Increíble, no?. Yo solita me vendé los ojos.

Pero ahora veo todo con claridad, me ahogué en un vaso con agua, hice drama y me sentía orgullosa de ser una drama queen, de ser melancólica, de tener insatisfacción crónica, me identificaba con las incomprendidas, no encajaba en el mundo, el amor no era para mí. ¡Se acabó! Mi cabeza está en orden, ahora si estoy lista, estoy entusiasmada esperando lo que viene.. esperando a que llegues tú.

martes, 9 de abril de 2013

La película


Cuando Camila tenía ganas de terminar una relación, iba preparando el terreno, primero se comportaba un tanto desinteresada, si esto no funcionaba porque el sentimiento del muchacho en cuestión era muy fuerte, ella le hacía ver "la película".

"La película" no es nada más ni nada menos que "500 days of summer". Para los que no la han visto, es la historia de una pareja, en la que la chica prefiere tener las cosas fresh, porque no está totalmente convencida del chico pero la pasa bien. Así que Summer al buen estilo masculino, disfruta de las parejas sin complicaciones y sin esperar que exista el verdadero amor.

Cuando Camila, vió está película por primera vez, se identificó muchísimo con el personaje de Summer, la chica ideal para muchos chicos pues además de ser bonita no se hace muchos problemas, y que además genera polémica, pues es una bitch para algunos sensibles y machistas.

"La mejor manera de hacer notar que el amor existe, pero que yo no soy su verdadero amor, es está película" pensaba Camilia, mientras apretaba Play. Porque en el fondo, Camila no se conforma a quedarse en un lugar incómodo por amor, no se conforma a malos tratos y muchos menos a sacadas de vueltas y engaños.

La esperanza de que algo mejor estaba a la vuelta de la esquina la llenaba, y al mismo tiempo la inquietaba al punto de deprimirla. Sin pensarlo tanto la película terminaba y en el cerebro del muchacho se quedaba el mensaje.