domingo, 6 de diciembre de 2015

Ser amor

Ese chico con el que fuiste feliz ya no está en tu vida, cuando se fue por primera vez lloraste mares, trataste de borrar su olor, su sabor, su cuerpo saliendo, bailando, besando, oliendo tocando pero no lo lograste.

Tuvieron que pasar 4 años para sentir que ya no estaba más en tu mente, ya no dolía ver sus fotos, ya no tenías espasmos de cuando rascaba tu espalda. Y tampoco se encoge el corazón porque ahora es sólo un extraño con el que alguna vez tuviste algo que pensaste sería para siempre.

Hace unos días soñé contigo, estábamos corriendo por tu cuarto y yo me escondía en el lugar menos pensado esperando a que me encuentres, y de pronto tú llorabas porque yo ya no estaba ahí. Yo corría hacia ti y solo atinábamos a mirar ese techo escarchado.

Fue bueno haberte tenido en mi vida, el haber querido de esa manera, con esa magnitud, con la capacidad de darlo todo, de arriesgar todo por esa persona, pero también fue bueno que lo nuestro fracasara. Porque ahora puedo querer sin apasionamientos, con la razón, sin idolatrar ni morir de amor.

Dios quiera que jamás vuelva a morir de amor, solo yo quiero ser amor, me lo quedo para mí y cuando te extrañe estarás conmigo con esos ojos espectaculares y haremos lo que más nos gustaba hacer.